La noche perfecta

Hace frío, es domingo y veo una película con Jack Nicholson y Diane Keaton “Alguien tiene que ceder”. Ya la he visto antes pero me gusta y la estoy viendo por nésima vez. Es romántica y divertida, y creo que me logro identificar con Jack ya que en el pasado me di cuenta algo tarde que estaba enamorado de una chica con la que salía y yo mismo corté la relación para luego arrepentirme muy tarde. La diferencia es que Jack terminó con Diane en la película.

Me imagino la noche perfecta con ella. No, no con ella, con mi futura pareja. Ya lo pasado, pasado. Se que sería una noche especial y empezaría en un lugar sumamente privado, mi futuro depa una noche de viernes en el verano saliendo de la oficina. Mi depa tendrá una terraza desde la que se vean las estrellas y podamos empezar con un Malbec reserva escuchando Frank Sinatra, Alejandro Sanz, tal vez Bee Gees o el sound track de El Cartero (ese CD es otra historia que tal ve algún día la contaré). Tomando unos sorbos para luego empezar a bailar luego de cenar, solo los dos acercando mi boca a su oreja y bajando a su cuello. Todo el tiempo que sea necesario, que los dos queramos.

Después la pondría contra la pared, abriendo en medio segundo su brasier y besándole el cuello, bajando por los senos y deteniéndome en sus pezones. Siempre con la música de fondo y olor a vino y perfume. Luego nos sentaríamos en el sofá de cuero para hacerle masajes en la espalda y pasar mi barbilla a medio afeitar con cuidado por el centro de su espalda sintiendo el olor de su piel y mordiendo su cuello de cuando en vez. Con la misma música de fondo y las luces a medio apagar con velas encendidas en el comedor parte de la sala, sin interrupciones y con todo el fin de semana solo para los dos.

Luego la cargo y llevo a mi habitación en la que la desnudo totalmente y acaricio con la palma de mis manos calientes con mucha suavidad mientras nos besamos. Hacemos el amor maravillosamente y nos quedamos dormidos. Despierto antes que ella y me quedo contemplándola contorneando su cuerpo con mis dedos con cuidado de no despertarla. Solo contemplándola, nada más hasta que despierta y nos llenamos de besos.

Hay muchos otros detalles que prefiero dejarlos en mi mente. En resumen, la noche perfecta solo necesita la compañía perfecta. Y eso es lo más difícil de encontrar, pero el que busca encuentra.

Reflexiones...

A veces siento nostalgia al escuchar alguna canción o ver fotos de reuniones y cumpleaños por que recuerdo muy buenos momentos en mi vida. Tal vez sea que quisiera que los buenos ratos sean permanentes. Si fuese así, nos perderíamos los “futuros buenos” momentos en nuestras vidas y también los “futuros malos” momentos, por que la vida es así: impredecible.

Lo cierto es que esos momentos (llámense experiencias) en la vida te ayudan a intuir el camino del bien (jaja) es decir, el camino que te conviene para no cagarla. Como cuando estas con una flaca y no tienes condón…..bueno, a mi edad (34) uno ya sabe lo que pasa si toma una u otra decisión (los casi 4 años de matrimonio son la mejor cura para saber que hacer en ese caso,  con todo respeto a mis patas casados), o cuando te despiertas luego de una borrachera y a tu lado hay una chica desnuda y no recuerdas nada de lo que pasó, o cuando no te controlas y le hablas mal a algún amigo. Creo que en la vida uno aprende varias cosas, entre ellas que es malo perder el control de tu vida y a veces es bueno perderlo para darnos cuenta de que tan importante es tenerlo.

La nostalgia también me hace remontar a momentos pasados incluso en los que yo aun no existía. ¿Cómo es eso? Por ejemplo, cuando escucho boleros me viene a la mente las fotos de mis viejos de jóvenes, abuelos e incluso tíos abuelos (osea antes que yo naciera) y al verlos hoy en día me doy cuenta de todo el tiempo que ha pasado. Luego siendo yo niño, me acuerdo de mi Nené (abuela paterna) cocinando lo que sea por que todo lo preparaba delicioso,  tío Cocho tocando el piano en casa del tío Felipe, Mamama (abuela materna que hasta hoy hace deporte) que me dejaba correr por el piso de su casa en medias para “lustrarlo”, mis primos, los innumerables viajes por tierra con mis padres, etc. Wowww, el tiempo pasa rápido y a todos nos llega el momento de envejecer. No me da miedo el futuro, me da pena el ver como personas llenas de energía van bajando el ritmo, es algo normal y natural. Lo bonito es sentir la satisfacción de ellos ya que si bien la vida ha sido dura, sienten la satisfacción de haber vivido mucho. Eso me motiva a también querer vivir y sacarle el jugo a cada momento.

Recuerdo que luego de separarme de mi exesposa y volver a vivir con mis padres, mi papá me dijo que mientras yo estaba casado, él se sentía frustrado por mí al yo no poder hacer todas las huevadas que él había hecho a esa misma edad estando soltero por que ya estaba casado. Bueno, finalmente creo que me he reivindicado jajaja por que luego de mi divorcio hize muchas cosas (sonrisa pendeivis). Mi mamá en cambio se casó muy joven y una vez me confesó que hubiera querido esperar un poco. Es decir pude escuchar las dos caras de la moneda. Muy interesante.

La moraleja de esta reflexión es que debemos vivir intensamente cada momento. Hagamos muchos buenos amigos y actuemos correctamente ya que el tiempo pasa y las cosas que podamos hacer estando jóvenes, hay que hacerlas y luchar todo lo que podamos para que al llegar ser adultos mayores podamos decir “Siento que la vida ha pasado a través mío”…..E. Hoyle, 2010.

El Baul de los Sueños

La motivación para escribir este post nace de una conversación con mi pata George, en el estacionamiento del trabajo un día martes en la noche.

Cada cierto tiempo es bueno detenerse y analizar lo que hemos hecho o dejado de hacer en nuestra vida. Esto nos permite saber que nos falta para cumplir nuestras metas o que se puede hacer mejor para seguir creciendo. Generalmente no hacemos este análisis por que nos gana las urgencias del día o por que no nos parece necesario. Yo lo hice y me sirvió para enrumbar mi vida. Me di cuenta que tenía guardado en el Baúl de los Sueños uno que estaba desde que terminé la universidad, en el año 2000 y que era estudiar mi maestria en el extranjero. Lo mandé al fondo del baul por que cuando me estaba preparando para iniciar los trámites de postulación, mi exexexenamorada (de la universidad) y yo decidimos casarnos.

Tuve una etapa en mi vida que no la viví como hubiese querido. Coincide con el periodo de una relación de pareja que tuve desde la universidad entre los años 1996 y 2004. Me hubiera gustado que la etapa de la universidad haya tenido más aventuras que estudio. Me arrepiento por ejemplo de no haber ido de viaje a Huaraz con mis patas del colegio o irme con los Umes a sus multiples juergas, todo por quedarme con mi enamorada o estudiando. Luego, cuando me casé mi vida pasó a ser monótona y aburrida viviendo junto con la familia de mi exesposa por casi 4 años (entre el 2001 y 2004). Si bien quisiera que las cosas hubieran pasado de otra forma en esos 9 años, me queda claro que de no haber sido asi no sería la persona que soy ahora. Luego me divorcié a los 28 años y mi vida se abrió al mundo ya que cambió a partir de ese momento para bien. Salí del lado oscuro para empezar a andar por el camino bueno (bueno entre comillas porque eventualmente con algunos desvios provocados por las tentaciones de la vida, ya que como dice el dicho: "Huye de las tentaciones, pero despacio para que te alcancen").

Después de mi divorcio empecé a vivir. Fué como tratar de recuperar el tiempo perdido, que en realidad no fue perdido, solo fué distinto a lo que generalmente los hombres entre 19 y 28 años experimentan. Ahora tenía el dinero y la libertad para hacer lo que quiera. Los viajes no se hicieron esperar, me compré el auto que quería y luego alquilé un departamento en Miraflores y empecé a vivir la vida de soltero que yo quería. Fueron 3 años y medio llenos de aventura que los viví gratamente y lo más intensamente posible siguiendo los sabios consejos de mi amiga Ivana que me decía: "Ahora tienes que convertirte en un hombre de mundo. Tienes que viajar y vivir".

Mientras tanto mi sueño seguía guardado.

En los últimos dos años empecé a pensar mucho en el futuro. Me refiero a que luego de tanta juerga y vacilón, empecé a pensar que voy a hacer de mi vida. Una reflexión importante ¿no?. Me di cuenta que era el momento de desempolvar mi sueño guardado. Pero para eso tenía que arreglar unos asuntos. Para empezar estaba endeudado y para estudiar en el extranjero necesitaba dinero. Asi que habian dos opciones: O me aumentan el sueldo o me cambio de trabajo. Como no me aumentaron el sueldo, me cambié de trabajo.

El año pasado fue superduro, acepté el reto de la nueva chamba. Empecé a ahorrar y el tener un trabajo tan jodido fue lo que realmente me motivó a querer empezar lo antes posible mis estudios de maestría. Logré ahorrar lo que me propuse, conocí a personas espectaculares y ahora amigos para toda la vida, y enriquecí mi CV. Por el momento el camino esta a medio recorrer ya que tengo la aceptación de una excelente escuela de negocios del centro de Europa, pero estoy buscando financiamiento para cubrir mis estudios. Pero sigo insistiendo.

El futuro lo veo bastante bien, con mucho optimismo y expectativas por que a diferencia de hace un poco más de dos años, ahora tengo un plan de vida con un horizonte concreto del que he avanzado un buen tramo. Este es el proyecto más importante de todos hasta ahora: El de mi vida.
Desde hoy no estoy trabajando y decidí empezar el día completando este post para motivar a mi distinguido público lector a que no descarten sus planes o sueños (a pesar de tener dias complicados) por que sobre esos sueños es que mediremos nuestro avance en la vida y sobre eso es lo que nuestra conciencia nos juzgará. Por eso, si el futuro es incierto y no se ve un horizonte concreto, busquen en su Baul de los Sueños ese sueño que está recontra empolvado, sáquenlo y si es realmente lo que quieren, esfuércense para conseguirlo. No se van a arrepentir.

Salud!!